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viernes, 3 de mayo de 2013

Filosofía clásica

Las siguientes cuestiones están para plantearse personalmente, pero si prefieres intentar entenderlo con unos breves enunciados explicativos allá tú.

"Esta sentencia es falsa.
Yo soy un mentiroso.
Este enunciado no puede demostrarse."


<<Bien, si la sentencia es falsa puede ser verdadera si es mentira. Igual que si es verdadera la primera sentencia significa que es falsa, pero entonces no sería mentiroso a menos que el enunciado sí se pudiese demostrarse. Pero si es verdadera la segunda, no puede demostrarse. Si estás diciendo la verdad, entonces eres un mentiroso y por lo tanto sería una mentira (aunque no tiene porqué), la sentencia podría ser falsa y que estés diciendo la verdad (lo mas lógico) ya que no podría demostrarse, pero si tienes en cuenta la forma contraria donde estaría mintiendo, la sentencia falsa sería verdadera y podría demostrarse el enunciado.>>

Planteada de la forma opuesta sería:

"Esta sentencia es verdadera.
Yo siempre digo la verdad.
Y este enunciado puede demostrarse"

<<En este caso demostrar algo así sería incluso más complicado, que siempre sea verdadera la sentencia es poco probable, pero no imposible. En el fondo, hasta las mentiras tienen parte de verdad, en tanto y en cuanto que tienen de forma implícita la verdad, pero o al revés o tergiversada.>>

Pero si tenemos en cuenta la siguiente frase de un gran genio la cosa cambia "Solo hay una manera de saber si un hombre es honesto, preguntándole, si responde SÍ ya sabremos que es totalmente un corrupto".

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